La pura y santa verdad es que la poesía es un fenómeno auditivo, no visual. Consumir la poesía como texto en papel es lo mismo que consumir la música en partitura: sólo los músicos pueden interpretarla. De la misma manera, sólo los declamadores pueden vocalizarla correctamente. La poesía, en tanto tal, debe sonar bien; no verse bien. Por eso presentamos este delicioso registro sonoro a cuatro voces. Sé que los escuchas disfrutarán y agradecerán el deleite que les causará. Lo único que me resta decir es que este esfuerzo cultural se intitula “Versos adolescentes para niños tardíos”.
Se pueden escuchar o descargar en mp3 totalmente gratis aquí.